El empleo de las TIC en las prácticas educativas desarrolló aportes en torno a las tecnologías del aprendizaje y el conocimiento(TAC). Por otro lado, se propone el modelo de aprendizaje basado en proyectos (ABP) que sugiere crear propuestas que orienten el trabajo de los alumnos para que ellos mismos puedan construir proyectos o experiencias originales, creativas y relacionadas con su contexto sociocultural. Por sus características de ubicuidad, el dispositivo móvil (tablet y teléfono inteligente) está cambiando la forma en que las personas se vinculan con el entorno. Es una herramienta potencialmente útil para trabajar por proyectos, tanto fuera como dentro del aula y se puede complementar con otros dispositivos. A pesar de estos beneficios, la utilización del celular en el aula ha adquirido mala fama, es rechazado por instituciones, docentes y algunos sistemas educativos. Se desaconseja el uso de este recurso porque genera distracción y adicción. La inclusión didáctica del dispositivo móvil puede ser exitosa. En escuelas de Educación Media de la Ciudad de Buenos Aires se desarrollan propuestas que implican el trabajo por proyectos. Se evidencian experiencias significativas, motivadoras para los estudiantes, que promueven la articulación y las prácticas situadas que implican una innovación educativa en el marco actual.
tecnologías, vinculadas con el cambio y la innovación educativa
involucran fuertemente la acción docente en la vida del aula.
Las tecnologías de la Información y la Comunicación, en los
distintos niveles de la enseñanza, permiten trabajar aspectos no sólo
tecnológicos o digitales, sino también la realización de proyectos basados en
conocimientos, competencias y habilidades.(Tiramonti, 2015)
El avance vertiginoso de las nuevas tecnologías y los dispositivos
digitales definen un binomio que nos obliga a redefinir el triángulo didáctico
para construir experiencias que le permita a uno de sus vértices asumirse como enseñante
del tercer milenio.
Claro está que las TIC están generando entornos que facilitan
el acceso de la información a los estudiantes, teniendo el profesor la función
más importante al tener que estructurarlos, organizarlos y adaptarlos a las
características de los alumnos. En este sentido su función de orientador y guía
para el aprendizaje se hace más relevante que nunca (Cabero, 2005).
Alejandro Batista , en su artículo: “El interés de los
estudiantes, el enfoque docente y las 1 herramientas TIC” afirma que: No es
difícil contar en el aula con herramientas del siglo XXI, lo complicado es
evitar la tendencia a utilizarlas (docentes y estudiantes) con criterios del
siglo XX o incluso XIX.
Vivimos en una época en la que las escuelas, universidades,
bibliotecas y museos están cargados de dispositivos, plataformas y aplicaciones
digitales, por lo que se hace poco posible imaginar el futuro de la educación
sin que las tecnologías digitales se encuentren, en el centro de cada
actividad. De lo que se trata, quizás, es encontrarle sentido a la tecnología
en la educación. De este modo, se hace indispensable abrir un espacio de indagación
y reflexión respecto de las suposiciones dominantes en el ámbito escolar, para determinar
cuáles son los beneficios de la inclusión de la tecnología en las prácticas pedagógicas
y cuáles no lo son.
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