LAS TECNOLOGÍAS DEL APRENDIZAJE Y EL CONOCIMIENTO (TAC)
by.
Juan Daniel Carrillo Resendiz
Hemos
utilizado diferentes herramientas y con diferentes fines, la pandemia generada
por el virus de la Covid-19 nos lo ha demandado, tenemos la certeza de que son
muy buenas, pero no por ello la única vía para obtener aprendizajes y
conocimientos, dentro de las que destacan se pueden mencionar las apps que nos
hicieron la vida más cómoda y práctica, para tomar una clase, ponerse de acuerdo
para realizar una tarea o trabajo en equipo, etc., son herramientas digitales que
hoy en día se siguen utilizando para comunicarnos incluso con nuestros seres
queridos, las más comunes son: WhatsApp, Messenger, Facebook, Google Meet, Zoom,
Microsoft Teams e Instagram, eso sólo por aclarar que son las más comunes, ya que
existen un sin fin de ellas.
Por sus características de existencia y desarrollo, el dispositivo móvil (Tablet y teléfono inteligente) está cambiando la forma en que las personas se vinculan con el entorno, en que comprenden, conocen y utilizan lo que les rodea. Es una herramienta potencialmente útil para trabajar por proyectos, tanto fuera como dentro del aula, que es el ámbito donde nos desenvolvemos más como sociedad, y se puede complementar con otros dispositivos. A pesar de estos beneficios, la utilización del celular en el aula ha adquirido mala fama, es rechazado por instituciones, docentes y algunos sistemas educativos. Se torna prejuicioso el uso de este recurso porque genera distracción y adicción, los alumnos no ponen atención a las clases y no les interesa la obtención de conocimientos.
La
responsabilidad de aplicar nuevas metodologías y tareas relacionadas con las tecnologías,
vinculadas con el cambio y la innovación educativa involucran fuertemente la acción
docente en la vida del aula, porque es el enseñante el que debe adecuar
estrategias de enseñanza, para que sus aprendizajes sean significativos, con
una metacognición basada en las competencias para la vida de los alumnos.
Las
tecnologías de la Información y la Comunicación, en los distintos niveles de la
enseñanza, permiten trabajar aspectos no sólo tecnológicos o digitales, sino
también la realización de proyectos basados en conocimientos, competencias y
habilidades (Tiramonti, 2015). En efecto, lo que menciona el autor nos concierne
tomarlo en cuenta para que tenga un alto impacto más allá de un contexto áulico,
debe ser relevante su utilización, con una interdisciplinariedad basada en
enfoques inclusivos y de perspectivas meramente metodológicas, con el uso
apropiado y adecuado de las Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento.
Vivimos
en una época en la que las escuelas, universidades, bibliotecas y museos están cargados
de dispositivos, plataformas y aplicaciones digitales, por lo que se hace poco posible
imaginar el futuro de la educación sin que las tecnologías digitales se
encuentren, sin que hagamos y se hagan uso de ellas en cualquier periodo de
enseñanza, más aún en el centro de cada actividad. De lo que se trata, quizá,
es encontrarle sentido a la tecnología en la educación. De este modo, se hace
indispensable abrir un espacio de indagación y reflexión respecto de las
suposiciones dominantes en el ámbito escolar, para determinar cuáles son los
beneficios de la inclusión de la tecnología en las prácticas pedagógicas y
cuáles no lo son.
La llegada e intromisión de los dispositivos tecnológicos en el aula, la disponibilidad de las pantallas individuales y su conexión en red, deberían impulsar una redefinición del aula como territorio pedagógico. El impacto de las tecnologías digitales, las computadoras y otros recursos hacen difícil mantener en la actualidad una enseñanza frontal, simultánea y homogénea dado que el entorno tecnológico propone todo lo contrario, priorizando la fragmentación atencional y los trayectos individualizados atendiendo a cada uno de los usuarios. Dussel (2010) plantea que “hay un quiebre con la secuencia y linealidad que imponía el orden de la clase simultánea, basada en materiales impresos como el libro de texto, y una apertura a otro tipo de organización más personalizada” En conclusión, debe existir un paralelismo y secuencialidad en el uso de los dispositivos digitales, no por ello dejar a un lado los libros de texto y otros recursos relacionados que se siguen utilizando hoy en día.
REFERENCIAS
· - Kriscautsky,
M. (2019). ¿Cómo y por qué nos formamos los docentes en el uso de la
tecnología? Revista Digital Universitaria, 20(5). Disponible en:
http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2019.v20n6.a2.
· - Tiramonti,
G. (2015) Escuela secundaria siglo XXI: un recorrido por algunas de sus reformas
de cara a los desafíos de la sociedad contemporánea Propuesta Educativa. Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales Buenos Aires, Argentina.
· - Dussel,
I. y Quevedo, L. A. (2010) VI Foro Latinoamericano de Educación; Educación y nuevas
tecnologías: los desafíos pedagógicos ante el mundo digital - 1a ed. – Buenos Aires,
Santillana.
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Me pareció excelente tu publicación!!!
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