Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han venido ocupando un lugar preponderante en la educación en las últimas décadas. A partir de su acceso masivo, el sistema educativo las ha incorporado como herramientas fundamentales para la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes. Esta innovación ha propiciado el surgimiento de nuevas metodologías que faciliten su aplicación en los contextos educativos, convirtiéndolos en escenarios de formación docente. La habilidad con que las nuevas generaciones aplican estas tecnologías en sus experiencias cotidianas ha propiciado la necesidad de orientar a los docentes hacia la comprensión de las lógicas y su aplicación, para adquirir las competencias necesarias para hacer uso adecuado de ellas en el aula. Este hecho representa uno de los retos que han venido afrontando los maestros.
La incorporación de las TICs en la sociedad y en especial en el ámbito de la educación ha ido adquiriendo una creciente importancia y ha ido evolucionando a lo largo de estos últimos años, tanto que la utilización de estas tecnologías en el aula pasará de ser u
na posibilidad a colocarse como una necesidad y como una herramienta de trabajo básica para el profesorado y el alumnado.
na posibilidad a colocarse como una necesidad y como una herramienta de trabajo básica para el profesorado y el alumnado.
La aparición de las nuevas tecnologías ha supuesto un cambio profundo en una sociedad que no en vano ha pasado a recibir el nombre de sociedad de la información. En nuestro actual entorno y gracias a herramientas como Internet, la información está disponible en cantidades enormes al alcance de todos. Sería impensable esperar que un cambio de esta magnitud no tuviera impacto en la educación.
Otro de los impactos del uso de estas herramientas está en los contenidos curriculares, ya que permiten presentar la información de una manera muy distinta a como lo hacían los tradicionales libros y vídeos (sustituye a antiguos recursos). Para empezar, se trata de contenidos más dinámicos con una característica distintiva fundamental: la interactividad. Ello fomenta una actitud activa del alumno/a frente al carácter de exposición o pasivo, lo que hace posible una mayor implicación del estudiante en su formación. Los nuevos contenidos permiten la creación de simulaciones, realidades virtuales, hacen posible la adaptación del material a las características nacionales o locales y se modifican y actualizan con mayor facilidad.
Precisamente, para favorecer este proceso que se empieza a desarrollar desde los entornos educativos informales (familia, ocio,…) la escuela como servicio público ha de garantizar la preparación de las futuras generaciones y para ello debe integrar la nueva cultura: alfabetización digital, material didáctico, fuente de información, instrumento para realizar trabajos, etc. Por ello es importante la presencia en clase del ordenador desde los primeros cursos, como un instrumento más, con diversas finalidades: lúdicas, informativas, comunicativas e instructivas entre otras.
En la actualidad, muchos maestros y maestras solicitan y quieren contar con recursos informáticos y con Internet para su docencia, dando respuesta a los retos que les plantean estos nuevos canales de información. Sin embargo, la incorporación de las TIC a la enseñanza no sólo supone la dotación de ordenadores e infraestructuras de acceso a Internet, sino que su objetivo fundamental es: integrar las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje, en la gestión de los centros y en las relaciones de participación de la comunidad educativa, para mejorar la calidad de la enseñanza.
En resumen, el desarrollo de competencias para el siglo XXI se convierte en un reto para los docentes, en especial con lo que tiene que ver con el uso de las TIC como herramientas que favorecen los procesos de enseñanza y aprendizaje en todas las áreas. Los docentes deben formarse y formar a sus estudiantes para ser competentes para comunicarse, usar la tecnología, investigar y gestionar la información. Dejar entrar al aula las tecnologías que usan los estudiantes en su diario vivir y hacerlas parte de la clase de forma que los contenidos de esta se conviertan en desempeños auténticos, es el mayor reto de los maestros de este siglo.
Elaboró: Jaotzin Catzin Tetatzin
0 comentarios:
Publicar un comentario